domingo, 28 de junio de 2009

Prostitución I...

desde el viernes no me lo quito de la cabeza... es más, no dejé de pensar en eso ni en la barra de aquel bar, bebiendo ron...
joder, soy una puta...
que dices que todo el mundo se prostituye de alguna forma, y no me escandalicé claro, pero pensé: yo también? joder yo no he llegado a esos límites...
pero conforme fue pasando la noche, conforme fui bebiendo, me di cuenta de que claro que me había prostituido... llevo años sin dejar de hacerlo
y dejé de beber... y dejé de fumar...
y pensaba en una raya de coca que no había... y pensaba en cualquiera
pensaba en quién podía ayudarme a no sentirme tan mal esa noche...
y entraba a los bares y miraba a mi alrededor, pero no había nadie...
claro que me he prostituido, y quizá por lo más rastrero... quizá
es verdad que cambio sexo por cariño, y me voy con quien que me mira a los ojos y me acaricia la espalda... me voy con quien me dice que soy especial
si joder, soy una puta...
y te busco, pero no te encuentro... así que comercio con esos momentos
está claro, es fácil, es rápido, es mentira... todos esos momentos son mentira pero... me ayudan a no sentirme tan sola, me ayudan a seguir creyendo que importo y que hay alguien que puede cuidar de mí...
pero la verdad es que solo yo cuido de mí, y es evidente que no lo estoy haciendo muy bien...
joder, es verdad que soy una puta...
y me tambaleo rozando mis propios límites...

1 comentario:

  1. Más que prostitución, es medicación contra la desolación.
    Y sí, sólo tú puedes cuidarte. Cualquiera que venga a tratar de salvarte querrá, en lo más hondo de su ser, aprovecharse de algo que tú le puedas dar.
    En este mundo no hay salvadores, ni puede haberlos, porque no hay salvación. Éste es un mundo de intereses e interesados. Y el desinteresado se queda fuera, en el margen, allá lejos, donde habita el olvido y la realidad.

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