jueves, 7 de mayo de 2009

Y ya son tres...

las veces que he visto la retrospectiva sobre Francesca Woodman, pero ayer por la tarde fue diferente...
Volví, normalmente voy sin prisa, pero es que ayer no me apetecía salir de allí. 
Radiografié cada imagen, las he aprendido casi de memoria, he sentido cada una de las instantáneas como si yo misma estuviera allí, en aquella casa, apoyada en aquellas paredes...
Estaba sola viendo la exposición, o mejor dicho, me  quedé sola..
Cuando entré a ver la proyección,sentí que todo el desaliento que me inunda el cuerpo salía hacia fuera... me senté en el banco, y después en el suelo... y lloré como hacía días que no lloraba... me sentía refugiada en la penumbra, mirando la pantalla, después a mí misma, y después nada...
Y allí estaba ella, escribiendo su nombre en un papel que cubría su cuerpo desnudo, para después romperlo a tiras y dejarse ver... y creo que eso he hecho yo... romperme a tiras y llorar, y  dejar salir por primera vez todo lo que llevo, de nuevo, dentro...
Al volver  me he dado cuenta de que en realidad estoy sola, de que todo ha pasado de verdad... de que se ha ido... al poco de llegar, me llamó mi madre... se sentía mal y se le está cayendo el pelo... y yo siento que no puedo más...y no lloré, no pude.
No lloré hasta ayer por la tarde, cuando delante de ella, a oscuras, me derrumbé...
Puede que la proyección pasara tres, o quizá cuatro veces, y pensé que, como a ella, a mí también me han visto muchas veces desnuda, pero nunca como me desnudo aquí, o como me desnudé ante mí misma ayer...
Y me da miedo...

1 comentario:

  1. uff me has emocionado de verdad. No sé lo que te pasa pero en este preciso momento te estoy enviando un trocito de mis mejores sentimientos y deseos. Para que te arropen donde quieras que estés ahora...
    bss
    ;-)

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